Para la industria mundial, a los efectos negativos de la pandemia de Covid-19, se han unido las consecuencias de la crisis de chips. Empresas del sector automoción, fabricantes de hardware de todo tipo y productos electrónicos de gran consumo, son las que más la están sufriendo de forma muy visible.
De manera menos llamativa, esta crisis de los chips afecta también a sectores como el logístico o la venta minorista. ¿Por qué? Por esos pequeños dispositivos dotados de un chip, con los que automatizan sus procesos, y controlan la trazabilidad de los activos. Estamos hablando de los identificadores RFID o etiquetas inteligentes.
Sin embargo, estos mismos identificadores RFID pueden ser los aliados perfectos para que las empresas eviten los daños de esta crisis. ¿Cómo? Precisamente por su función principal, dar visibilidad total, a tiempo real y accesible en la nube, de toda la cadena de suministro, inventariado y procesos de la empresa.
Trace-ID, productor de identificadores RFID, con el que LKS NEXT trabaja desde 2014 en varios proyectos de trazabilidad como el proyecto WEEE TRACE de Fundación ECOLEC o el proyecto WEEE-TRACKING de Fundación ECOTIC, explica en este artículo las causas y consecuencias de la crisis de chips, y lo más importante, cómo hacerle frente.