Empezamos un nuevo año con la esperanza de que los nubarrones generados por la última ola del coronavirus se vayan disipando, y la situación socio-sanitaria se normalice paulatinamente.
Con el fin de aliviar esta difícil situación, los gobiernos están tomando medidas de distinto tipo en orden a ayudar a las empresas a sobrellevar este complejo escenario. Así, se ha aprobado una reforma laboral, sobre cuyo contenido y alcance este boletín se va a ocupar extensamente, que puede servir, entre otros muchos objetivos, para que las empresas cuenten con instrumentos de contratación flexibles acordes con las cambiantes necesidades existentes, y, al mismo tiempo, garanticen adecuadamente los derechos de los trabajadores.
De forma complementaria, debe destacarse la aprobación de la prórroga de la moratoria concursal, con el fin de que las empresas en dificultades económicas queden exentas hasta el 30 de junio del presente, de tener que solicitar la declaración de concurso y puedan así, superar sus dificultades puntuales conforme la situación socio-económica vaya mejorando.
Pues bien, en esta misma línea de colaboración y ayuda a las empresas en dificultades, cabe mencionar la reciente creación por el Gobierno Vasco de la plataforma Baskeep en la que se pueden registrar, de forma absolutamente anónima cara a terceros, aquellas empresas industriales y de servicios conexos que se encuentren en dificultades económico-financieras, con el fin de que otras empresas o fondos potencialmente interesados, puedan tener la posibilidad de invertir en ellas favoreciendo la continuación de su actividad y el mantenimiento de los puestos de trabajo. Con el fin de que la fórmula alcance éxito, también ha apoyado la iniciativa el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, con el objeto de que la plataforma no sólo se convierta en un instrumento de difusión de las oportunidades de inversión que puedan existir en relación con empresas que se hallen en dificultades financieras, sino de que los posibles interesados dispongan de un mecanismo transparente de inversiones que garantice la legalidad y eficacia del procedimiento de inversión.
Esto supone, en definitiva, que las empresas en dificultades financieras van a poder disponer de un instrumento discreto que les pueda hacer llegar posibles ofertas de empresas interesadas en invertir en ellas que les permita subsistir en un escenario especialmente delicado, y al mismo tiempo, hace posible que potenciales interesados puedan invertir en empresas necesitadas a través de un instrumento legal y transparente. Todo ello con la colaboración de los tribunales de justicia que no sólo apoya su aplicación, sino que le reconoce efectos jurídicos, si finalmente la empresa en dificultades cae en concurso, lo que puede ser determinante para que los interesados decidan invertir. Esperemos que la iniciativa tenga éxito. Habrá que estar atentos, por lo tanto, a su inminente puesta en práctica.