El 5 de diciembre de 2023 la trabajadora envió un mensaje a un grupo de WhatsApp anunciando su intención de causar baja voluntaria tras un preaviso de 15 días, aunque luego lo borró. Ese mismo día entregó las llaves y abandonó el lugar, pidiendo a un/a compañero/a que recogiera sus pertenencias. Al día siguiente inició una baja por enfermedad común. Posteriormente, negó haber renunciado, aunque solicitó documentación laboral y detalles para recuperar sus pertenencias. La empresa la dio de baja con efecto desde el día de su salida.
El TSJ determinó que los actos de la trabajadora reflejaron una voluntad clara y concluyente de causar baja voluntaria, sin que la baja médica posterior ni sus negativas alteraran esta conclusión.