El Ministerio de Trabajo y Economía Social de España ha establecido un plazo de seis meses para que las empresas se adapten al nuevo registro de jornada digital, según el borrador del anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral. El objetivo es reducir la jornada semanal de 40 a 38,5 horas en 2024 y a 37,5 horas en 2025. Las empresas deberán llevar un registro diario digital de la jornada laboral que garantice la autenticidad y trazabilidad de los datos, accesible a las personas trabajadoras, sus representantes y la Inspección de Trabajo.
El tiempo total registrado será considerado tiempo de trabajo efectivo, y el exceso se contará como horas extraordinarias o complementarias. Los contratos a tiempo parcial que cumplan con las nuevas jornadas se convertirán automáticamente en contratos a tiempo completo, con el correspondiente incremento salarial.
Se propone que las sanciones por incumplimiento sean «disuasorias» y aplicadas por cada persona trabajadora afectada, con multas que varían de 1.000 a 10.000 euros según la gravedad.
Además, se creará una mesa de diálogo social para evaluar los resultados de la reducción de la jornada y avanzar en este objetivo considerando las características de los distintos sectores y la evolución de la productividad y economía.