El Congreso de los Diputados aprobó a finales del año pasado el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados con la intención de revisar la normativa vigente y cumplir con los nuevos objetivos establecidos en las normativas comunitarias en línea con la Estrategia Española de Economía Circular. Este proyecto nace con el objetivo de mejorar la gestión de los residuos y contribuir así a atajar la emergencia climática.
Cuenta por primera vez con medidas fiscales que consisten en la implantación de dos nuevos impuestos: un impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables que afecta a su fabricación, importación o adquisición intracomunitaria y un impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la coincineración de residuos.
Además de las medidas fiscales, se aumentan las restricciones a los plásticos de un solo uso, se establecen planes para reducir el peso de los residuos generados y se prohíbe la destrucción de excedentes no vendidos de productos no perecederos, entre otros.
Actualmente, la Ley de Residuos y suelos Contaminados se encuentra en la recta final de su tramitación pendiente de ser aprobada por el Senado.