Desde el pasado 26 de agosto el Reglamento Europeo de Servicios Digitales, conocida como Ley de Servicios Digitales (en adelante, DSA), es de aplicación a las plataformas en línea y a los motores de búsqueda que sean consideradas “de muy gran tamaño”, lo que supone que deberán cumplir con las obligaciones establecidas por la normativa europea en esta materia.
El principal objetivo de la norma es “contribuir al correcto funcionamiento del mercado interior de servicios intermediarios estableciendo normas armonizadas para crear un entorno en línea seguro, predecible y fiable que facilite la innovación y en el que se protejan efectivamente los derechos fundamentales amparados por la Carta, incluido el principio de protección de los consumidores.”
Las obligaciones más significativas que la normativa impone a los obligados por el Reglamento, y que están orientadas a la consecución del objetivo descrito, son las siguientes:
- Obligación de ofrecer a los usuarios la posibilidad de darse de baja de los sistemas de recomendación basados en la elaboración de perfiles.
- Prohibición de anuncios elaborados en base a datos sensibles del usuario (origen étnico, opiniones políticas, orientación sexual, etc.).
- Obligación de proporcionar al usuario un resumen fácilmente comprensible y en un lenguaje claro de las condiciones de uso de la plataforma o el buscador de gran tamaño.
- En materia de menores, las plataformas estarán obligadas a garantizar un alto nivel de privacidad, protección y seguridad (prohibición de publicidad personalizada y dirigida a menores mediante la elaboración de perfiles).
Además, y al margen de la competencia supervisora que per se tiene la Comisión, el Reglamento también prevé la creación (a más tardar el 17 de febrero de 2024) de una serie de autoridades nacionales, competentes para supervisar el efectivo cumplimiento de la normativa por parte de las plataformas y motores de búsqueda.
