Dentro de las distintas medidas legislativas adoptadas con el fin de facilitar la creación de empresas resulta conveniente llamar la atención sobre la reciente promulgación de la Ley 18/2022 de 28 de septiembre de creación y crecimiento de empresas. La nueva norma constituye un claro exponente del propósito en el que se halla inmerso el legislador de hacer todo lo posible para generar un ambiente propicio a la creación de nuevas empresas. Ciertamente, este objetivo no es fácil de conseguir solamente con normas legales. De cualquier forma, los estímulos legales resultan habituales para impulsar la creación y/o establecimiento de nuevas fórmulas de actividad empresarial, si bien lo ideal es que tales medidas se adopten bajo circunstancias económicas y sociales propicias.
La nueva norma, para incentivar la creación de empresas, establece, entre otras medidas, la posibilidad de que se puedan constituir sociedades con un capital social de 1€, si bien, en tal caso, deberán cumplirse una serie de reglas que garanticen la solvencia de la entidad creada bajo tales parámetros. Además, impulsa la utilización del sistema de tramitación telemática, para lo cual establece la obligación de que los notarios informen de las ventajas de emplear para su constitución los Puntos de Atención al Emprendedor (PAE). En esta misma línea, hace posible la constitución de sociedades mediante escritura con formato estandarizado y estatutos tipo, en cuyo caso, la escritura de constitución estará otorgada dentro de las 12 horas siguientes al momento en que se inicia la tramitación telemática.
Evidentemente, tales medidas resultan atractivas porque facilitan la creación de empresas en un tiempo récord, sin que ello suponga incrementar los correspondientes costes. Son propuestas que van a permitir que los operadores cuenten con un régimen legal más favorable para poner en marcha sus actividades empresariales. Sin embargo, mucho nos tememos que no van a ser suficientes. Habrá que estar al tanto para comprobar si consiguen el efecto deseado, o, como desgraciadamente suele suceder a menudo, no alcanzan los ambiciosos objetivos perseguidos.
