Según ha señalado la Comisión Europea en la revisión de la aplicación de la normativa medioambiental, España debe aumentar los impuestos medioambientales y reducir las subvenciones perjudiciales para el entorno natural.
Asimismo, se hace hincapié en la necesidad de mejorar la gestión del agua, como también la mejora en la gestión de los residuos municipales y un mayor desarrollo de la economía circular.