La Economía Social es un modelo empresarial integrado por empresas privadas, basadas en unos principios de democracia, equidad, gestión participativa y primacía del trabajo y del factor humano frente al capital, tanto en los procesos de toma de decisiones como en la distribución del beneficio.
Dentro de la economía social, la cooperativa es una forma de organización empresarial basada en la estructura y funcionamiento democráticos. Su actividad se desarrolla atendiendo a los principios cooperativos, aceptados y regulados en los ámbitos autonómico, estatal e internacional: la adhesión voluntaria y abierta de las personas socias, la gestión democrática, la participación económica de las personas socias, la educación, formación e información y el interés por la comunidad.
Podemos afirmar que la cooperativa es un instrumento válido, no solo para la gestión de servicios públicos o llevar a cabo cualquier actividad económica, sino que genera empleo de calidad, fomenta la cohesión social y repercute de manera directa en la calidad de vida de las comarcas.
Por todo ello, no hay duda de que las cooperativas van a jugar un papel decisivo en la transformación social. No obstante, para ello, es necesario que las administraciones locales apuesten por la economía social y participen activamente en la creación de cooperativas público privadas que gestionen servicios públicos o fomenten la actividad económica, creando empleo de calidad y apostando por el desarrollo sostenible.
La irrupción de nuevas formas de comunicación y de trabajo, la implantación de la tecnología en nuestro día a día, las nuevas necesidades sociales, la transición ecológica, la despoblación de las zonas rurales… Todo esto está llegando de forma acelerada. Estamos viviendo un proceso de transformación social en el que la cooperativa puede convertirse en sujeto activo para dar respuesta a las necesidades más básicas.
Las sinergias entre cooperativas pueden ser un impulso importante en el desarrollo económico de las zonas rurales. El desarrollo de cooperativas polivalentes, integrales y de servicios públicos son una gran oportunidad para crear empleo sostenible y fijar población en estos territorios.
En ese contexto, encontramos ejemplos recientes como el que el pleno del Congreso haya acordado por amplia mayoría tramitar la proposición de ley que considera entidades de economía social a los bares, restaurantes y pequeños comercios (incluida la venta ambulante) que prestan sus servicios en pueblos de menos de 200 habitantes.
Las cooperativas, junto con su base social, juegan un papel muy importante para evitar el despoblamiento, creando productos cada vez con mayor valor añadido y ofreciendo cada vez más bienes y servicios a sus bases sociales. Pero esto no es suficiente, debemos ser capaces de avanzar hacia un nuevo modelo de negocio cooperativo.
Se abren nuevas oportunidades a través de servicios educativos, gestión de tierras, cultura, servicios asistenciales, integración socio laboral, servicios de consumo, turismo, conservación medioambiental, gestión de nuevas tecnologías, producción energética y aplicación del “internet de las cosas”.
En Castilla la Macha llevan desde los años 70 fomentando cooperativas agroalimenticias, convirtiendo la económica social en agente activo en la vertebración y la sostenibilidad del medio rural.
El la Comunitat Valenciana también se trabaja en nuevas oportunidades a través de la intercooperación. Se está haciendo una apuesta clave para fomentar las posibilidades de intercooperación para generar espacios donde las distintas clases de cooperativas se encuentren y surjan múltiples posibilidades de desarrollo. Desde la creación de comunidades energéticas, la creación de cooperativas de viviendas sostenibles, la creación de cooperativas polivalentes y de servicios, con la posibilidad que las cooperativas de crédito puedan financiar las iniciativas que se lleven a cabo.
Catalunya lleva años apostando por la cooperativización del tercer sector. La Confederació es la organización empresarial que desde el año 1997 representa a las entidades no lucrativas – asociaciones, cooperativas de iniciativa social y fundaciones – que prestan servicios sociales y de atención a las personas en Cataluña.
Más allá de su clara función social – y desde el sin afán de lucro – el Tercer Sector Social genera actividad económica y ocupación, con un total de 100.400 personas contratadas en Cataluña. Los principales ámbitos de actividad son: el ocio educativo y sociocultural, la atención domiciliaria, la educación infantil, la intervención social con niños, jóvenes, familias y otros colectivos en riesgo de exclusión social, la discapacidad física, la discapacidad intelectual, la salud mental, la gente mayor o la atención temprana, entre otros.
En Euskadi también se está trabajando en está dirección. Aunque tímidamente, se están dando pasos para que mediante las cooperativas se fomenté la transformación social. El ayuntamiento de Errentería, por ejemplo, impulsa proyectos cooperativos en el marco de la economía social y transformadora para el fortalecimiento del tejido económico local.
En zonas rurales se está estudiando la posibilidad de que los propios ayuntamientos impulsen cooperativas para la gestión forestal, la tienda del pueblo o comunidades energéticas que abastezcan a la población local. Los últimos años se han constituido infinidad de cooperativas con fines sociales que promueven la solidaridad personal y comunitaria, siguiendo los principios de reparto equitativo y autonomía en diferentes sectores como el cultural, tecnológico, agroalimentario o las comunicaciones.
La transición energética también esta siendo impulsada mediante cooperativas. Entre ellas cabe destacar el caso de Garralda, que creo en el año 2022 la primera comunidad energética local de autoconsumo energético impulsada por vecinos. Esta cooperativa fue creada con el apoyo de ANEL y la asesoría jurídica de LKS Next Legal.
Prestamos asesoramiento a diferentes entidades locales para impulsar la creación de cooperativas público privadas para dar respuesta a las necesidades particulares de cada una de ellas. Desde LKS Next Legal estamos a vuestra disposición para ayudar a explorar esta posibilidad de crear estructuras cooperativas que trabajen para el desarrollo sostenible de sus comunidades en cualquiera de sus ámbitos, ya sea en la gestión de servicios públicos o en actividades económicas de interés social o utilidad pública.
