Los concursos necesarios (aquellos solicitados por el acreedor cuyo crédito ha resultado impagado), por motivo de la moratoria concursal y las posteriores ampliaciones aprobadas por el Gobierno, se han visto reducidos hasta en un 3,6% del total.
En 2020, de las más de 1.800 fases de convenio o liquidación iniciadas, un 85,5% fueron liquidaciones directas y un 8,3% liquidaciones procedentes de intentos fallidos de reestructuración. Además, en más de 1.700 casos se produjo la apertura y conclusión del concurso simultáneamente, por insuficiencia de recursos del deudor para sufragar el procedimiento concursal.
Por último, según el Colegio de Registradores de España, se ha estimado que el concurso liquidatorio tarda 480 días en concluir, mientras que los ordinarios requieren de 2.512 días.