El acuerdo de rescisión de contrato se originó porque la empresa de informó al empleado que había incurrido en varias faltas graves que justificaban su despido. Sin embargo, la empresa intentó negociar una solución amistosa con el empleado, quien firmó un acuerdo sin su abogado presente. Este acuerdo se formalizó en octubre ante el SMAC.
El mismo día del despido, el trabajador fue al hospital por estrés y, al día siguiente, por insomnio. Posteriormente, tuvo varias citas en centros psiquiátricos.
El trabajador intentó anular el acuerdo alegando que lo firmó sin su abogado y sin comprenderlo debido a problemas mentales. Sin embargo, el tribunal determinó que no había pruebas suficientes de que no comprendiera el acuerdo ni de problemas mentales previos. Por lo tanto, la Sala validó el acuerdo y la indemnización simbólica.